TELESCOPIOS MÁGICOS

Las lentes de cristal del telescopio son extremadamente frágiles. Hay hechizos antiarañazos y roturas sobre ellos. Aún así, siempre se debe intentar no tener las lentes sin su tapa puesta cuando no sean necesarias. Para asegurar y evitar la pérdida de las tapas de las lentes, estas están atadas a ambos lados del telescopio con unas cuerdas, y cada cuerda está unida al mismo mediante un hechizo de adhesión. En el exterior de las tapas de las lentes hay un hueco donde escribir el nombre del propietario del telescopio mágico. Si el cristal de la lente se rompe, será como un cristal muggle roto, por lo que puede resultar peligroso. A menudo, estas roturas se pueden reparar con ayuda de un hechizo.

Aun así, hay al menos dos cuerpos astronómicos que no debes mirar con el telescopio directamente. El que es más peligroso mirar es precisamente el más brillante de todos: el Sol. Mirar el Sol sin las precauciones adecuadas puede provocar daños irreversibles en los ojos. Además, mirar al Sol directamente con un telescopio mágico puede provocar la pérdida de las facultades del mismo. Mantener las tapas de las lentes puestas ayudará también a evitar el deterioro del telescopio.

El otro cuerpo astronómico que no se debe mirar directamente con el telescopio mágico es la Luna en su fase de “Luna Llena”. Por supuesto, al contrario de lo que ocurre con el Sol, la Luna si se puede observar con el ojo humano “al desnudo”. Sin embargo, la luz de la Luna Llena contiene tal cantidad de energía mágica que, si la luz entra directamente por las lentes del telescopio, no sólo este perderá todas sus facultades mágicas, sino que también romperá físicamente los cristales de las lentes. Para prevenir que un día de Luna Llena la luz entre sin querer por las lentes del telescopio mágico, debemos asegurarnos de colocarle las tapas de las lentes cuando, por ejemplo, lo transportemos.

¿Cómo podemos saber en qué fase está la Luna para evitar problemas de este tipo? Se puede usar una gráfica lunar o un lunascopio. Los gráficos lunares son muy útiles para predecir las fases lunares, pero algo complejos de aprender a interpretar. Los lunascopios, en cambio, son más fáciles de usar, pero más caros.

OBSERVACIÓN LUNAR

Muchos cuerpos astronómicos se pueden ver a simple vista, pero es preciso usar un telescopio para poder apreciar todos los detalles. Un dato interesante acerca de la Luna es que la luz que proyecta no es propia, sio un reflejo de la luz solar.

La Luna tiene diferentes fases. En la fase de “Luna Nueva”, la Luna no es visible desde la Tierra. Poco a poco na hilera de luna empieza a aparecer, que es la fase de “Luna Creciente”. La Luna llega entonces a su fase de “Luna Llena” (el día 14 del ciclo lunar, que consta de 30 días) y luego pasa por la fase de “Luna Menguante”, periodo en el que la zona visible de la Luna comienza a disminuir. En esta fase, la Luna pasa por el “cuarto menguante”, “último cuarto”, y así hasta llegar de nuevo a ser “Luna Nueva”.

Para usar la función de aumento del telescopio, primero, se deben retirar las tapas de las lentes y apuntar el telescopio hacia la Luna. Se usa la rueda metálica grande del lado izquierdo del telescopio para ajustar el zoom hasta que la luna rellene casi todo el campo de visión del observador. El zoom se ajusta delicadamente con la rueda metálica pequeña que hay en el mismo lado que la grande. Los hechizos que se han hecho sobre el telescopio incluyen un autoenfoque de las lentes similar al de las cámaras fotográficas muggle. La rueda pequeña sirve para activar y desactivar los modos “Manual”-“Mágico”.