Violett no habia entendido el plan que Rose le habia dicho para hacer amigos mientras esperaban a los Potter, pero al parecer tenia en mente seguirlo.

Estaban recoriendo un vagón, cuando se le acerca la bruja del carrito.

— ¿Os apetece algo del carrito, queridos? ¿Empanada de calabaza? ¿Ranas de chocolate? ¿Pasteles en forma de caldero?

— Cla~ — Violett fue interumpida por su hermana.

—Al, Lettie — la mirada golosa de Albus se desvio de las ranas de chocolate —. Tenemos que concentrarnos.

— Concentrarnos, ¿en qué? — pregunto su primo.

—En decidir de quién nos haremos amigos — respondio Rose —. Como sabes, mis padres conocieron a tu padre en su primer viaje en el expreso de Hogwarts.

— ¿Estas otra ve con eso Rose? Por milesima vez, se conocieron por casualidad... — murmuro su hermana.

¿Y tenemos que decidir ahora de quién seremos amigos el resto de nuestra vida? ¡Qué miedo! — exclamo Albus, sin prestar atencion a Violett.

— Al contrario. ¡Qué emoción! Yo soy y Lettie somos unas Granger-Weasley, y tú, un Potter. Todos querrán ser amigos nuestros, así que podemos escoger a quien queramos.

— Los amigos no se escojen — susurro Violett, solamente recibiendo un disimulado gople por parte de su hermana.

— Entonces, ¿cómo decidimos en qué compartimento viajamos? — pregunto Albus.

— Los examinamos todos y luego nos decidimos — respondio Rose, feliz de que Albus no la ignorara como Violett.

— Eso va a tradar una eternidad — dijo Violett.

Albus abrio la puerta de un compartimento. Un chico rubio de ojos grises como plata liquida está solo en el compartimiento. El resto del compartimento estába vacío. Albus sonrio. El chico le devolvio la sonrisa.

— Hola. ¿Este compartimento está…?

— Está libre — el chico se adelanto a la pregunta de Albus —. Estoy yo solo.

— Muy bien — respondio el ojiesmeralda —. Pues nos quedamos aquí… un rato. Si te parece bien.

— Sí, claro. Hola.

— Violett.

— Albus. Al. Me llamo Albus…

—Hola, Scorpius. Quiero decir que yo me llamo Scorpius. Tú eres Albus. Yo soy Scorpius. Y tú debes de ser…

El semblante de Rose se ensombrecio por segundos.

— Rose.

—Hola, Rose. ¿Os apetecen unas meigas fritas?

— No, gracias. Acabo de desayunar — contesto Rose.

— También tengo chocoshocks, diablillos de pimienta y babosas de gelatina — continua Scorpius —. Idea de mamá, que dice que —se pone a cantar— las golosinas siempre te ayudan a hacer amigos. — Se da cuenta de que cantar ha sido un error—. Una idea estúpida, supongo.

— Quizas como alguna— dijo Violett.

— Yo tambien probaré alguna — añadio Albus —. Mi madre no me deja comerlas. ¿Por cuál empezarías?

Rose le dio un golpe a Albus y Violett sin que lo vea Scorpius.

— Fácil — sonrio Scorpius —. Siempre he considerado que los diablillos de pimienta son los reyes de la bolsa de golosinas. Son unos caramelos de menta que hacen que te salga humo por las orejas.

— Genial — observo Violett —, pues probaré… — Rose vuelvio a darles un golpe a ella y Albus — ¿Quieres parar de pegarme, Rose?

— Yo no os he pegado — intento evadir Rose.

— Sí que nos has pegado — contradijo Albus —. Y a mi me has hecho daño.

Scorpius se puso serio.

— Os pega por mi causa.

— ¿Qué?

— Mira, yo sé quiénes son, así que supongo quae lo justo es que ustedes también sepan quién soy yo.

— ¿Cómo es que sabes quién soy? — pregunto Albus.

— Eres Albus Potter. Ellas son Rose y Violett Granger-Weasley. Y yo soy Scorpius Malfoy. Mis padres son Draco y Astoria Malfoy. Nuestros padres… no se llevaban bien.

— Por decirlo de una manera suave. ¡Tus padres son mortífagos!

— ¡Rose, eso es una acusacion muy grave!

— Papá lo era, pero mamá no — respondio Scorpius a Rose.

Rose mira hacia otro lado, y Scorpius parecio saber por qué.

— Ya sé lo que se rumorea, pero es falso.

Rose esta visivlemente incomoda y Scorpius visivlemente exasperado. Albus los mira a los dos confundido.

—¿Qué…? ¿Qué se rumorea?

— Dicen que mis padres no podían tener hijos — explico Scorpius —. Que mi padre y mi abuelo estaban tan desesperados por tener un heredero poderoso e impedir que se extinguiera la estirpe de los Malfoy, que… utilizaron un giratiempo para enviar a mi madre al pasado…

— ¿Al pasado? Pero ¿adónde? — pregunto Violett.

— Albus, Violett, según el rumor, Scorpius es hijo de Voldemort.

Con las palabras de Rose se hace un silencio incómodo, muy desagradable.

— Seguro que es mentira — dijo Violett, intentado aligerar el hambiente —. Porque… mira, tienes nariz.

La tensión se reduce un poco y Scorpius río agradecido, lo que resulta penoso.

— ¡Sí, y es igual que la de mi padre! Tengo su nariz, su pelo y su apellido. Aunque eso tampoco es ninguna maravilla. Quiero decir que… tengo problemas con mi padre, como todos. Pero, en general, prefiero ser un Malfoy que… bueno, que el hijo del Señor Tenebroso.

Scorpius, Violett y Albus se miran, como si compartieran algo sin decirse nada.

— Sí, bueno, quizá sea mejor que nos sentemos en otro sitio. Vamos, Albus, Violett.

Albus está sumido en sus pensamientos.

— No. (Elude la mirada de Rose.) Yo estoy bien aquí. Ustedes siguan…

— Prefiero quedarme aquí — opino Violett.

— Albus. Violett. No voy a esperaros — dijo Rose iritada.

— Ni yo te pido que nos esperes — dijo su hermana.

— Pero nos quedamos aquí — añadio Albus.

Rose los mira un instante y sale del compartimento.

— ¡Pues muy bien!

Ciera la puerta de golpe y Violett suspira.

— Es insoportable, pero voy a hablar con ella.

Diciendo esto, salio del compartimento.

Nota de la autora:

Y aquí les presentamos a este especime, Scorpius Hyperio Malfoy Greengrass, conocido como Scor, Scorp o crush de Violett. Si prestaron atencion, en el capitulo anterior Ron dice «¡Mira quienes han venido!» Pero Violett no los reconoce ni escucha el nombre de Scorpius (por qué lo dice), así que no tenia manera de relacionar a Scorpius con el chico que dijo. En fin, hasta luegito, patitos.