Gwen Weasley (Español)
¿Que pasaria si fueran más Weasley's? Gwendolyn Mallory Weasley, más conocida como Gwen, es la hermana septima hija de Arthur y Molly, melliza de Ginny. ❝Oigan, solo miren esta hermosura❞ ❝Soy Gwen Hermosa Weasley❞
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12/09/21
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Polvos Flu
Chapter 5
Al domingo siguiente, Molly Weasley los despertó a todos temprano. Después de tomarse rápidamente media docena de emparedados de beicon cada uno, se pusieron las chaquetas y Molly, cogiendo una maceta de la repisa de la chimenea de la cocina, echó un vistazo dentro.
—Ya casi no nos queda, Arthur —dijo con un suspiro—. Tenemos que comprar un poco más... ¡bueno, los huéspedes primero! ¡Después de ti, Harry, cielo!
Y le ofreció la maceta.
Harry vio que todos lo miraban.
—¿Qué... qué es lo que tengo que hacer? —tartamudeó.
—Él nunca ha viajado con polvos flu —dijo Ron de pronto—. Lo siento, Harry, no me acordaba.
Gwen le mando una mirada de reproche a su hermano. ¿Como podia decirlo en el ultimo momento?
—¿Nunca? —le preguntó Arthur a Harry—. Pero ¿cómo llegaste al callejón Diagon el año pasado para comprar las cosas que necesitabas?
—En metro...
—¿De verdad? —inquirió interesado el señor Weasley—. ¿Había escaleras mecánicas? ¿Cómo son exactamente...?
—Ahora no, Arthur —le interrumpió la señora Weasley—. Los polvos flu son mucho más rápidos, pero la verdad es que si no los has usado nunca...
《Si nunca los ha usado, tendra que aprender》 penso Gwen.
—Lo hará bien, mamá —dijo Fred—. Harry, primero míranos a nosotros.
Cogió de la maceta un pellizco de polvos flu, se acercó al fuego y los arrojó a las llamas.
Produciendo un estruendo atronador, las llamas se volvieron de color verde esmeralda y se hicieron más altas que Fred. Éste se metió en la chimenea, gritando: «¡Al callejón Diagon!», y desapareció.
—Tienes que pronunciarlo claramente, cielo —dijo a Harry Molly, mientras George introducía la mano en la maceta—, y ten cuidado de salir por la chimenea correcta.
—¿Qué? —preguntó Harry nervioso, al tiempo que la hoguera volvía a tronar y se tragaba a George.
—Bueno, ya sabes, hay una cantidad tremenda de chimeneas de magos entre las que escoger, pero con tal de que pronuncies claro...
—Lo hará bien, Molly, no te apures —le dijo Arthur, sirviéndose también polvos flu.
—Pero, querido, si Harry se perdiera, ¿cómo se lo íbamos a explicar a sus tíos?
—A ellos les daría igual —la tranquilizó Harry—. Si yo me perdiera aspirado por una chimenea, a Dudley le parecería una broma estupenda, así que no se preocupe por eso.
Gwen solto una risita. Le estaba empezando a caer bien.
—Bueno, está bien..., ve después de Arthur —dijo Molly—. Y cuando entres en el fuego, di adónde vas.
—Y mantén los codos pegados al cuerpo —le aconsejó Ron.
—Y los ojos cerrados —le dijo Gwen—. El hollín...
—Y no te muevas —añadió Ron—. O podrías salir en una chimenea equivocada...
—Pero no te asustes y vayas a salir demasiado pronto. Espera a ver a Fred y George.
Gwen penso que ya lo estaban abrumando, pero Harry cogió un pellizco de polvos flu y se acercó al fuego. Respiró hondo, arrojó los polvos a las llamas y dio unos pasos hacia delante
—Ca-ca-llejón Diagon —dijo tosiendo.
Las llamas se lo tragaron.
— Esto va a salir muy mal — susurro Gwen.