En busca del ultimo sangre pura
Hannah Wolfe y Alexandra Berry, dos Brujas de sangre mestiza, son introducidas en el mundo magico. Pero no todo es tan maravilloso como piensan. Al no saber casi nada de la magia, sera mucho mas difícil para ellas afrontar su destino. Hannibal Knox, el ultimo sangre pura, que cree en la supremacia de la sangre, quiere dominar el mundo muggle y Hannah y Alexandra tendrán que impedirlo. practicando a escondidas su magia, consiguen aprender algo, y un dia se enteran de lo que Hannibal Knox planea. con todos sus conocimientos, van al callejón diagón a comprar todo lo necesario. Las amigas viajaran a Hogwarts para pedir ayuda a nuestros antiguos heroes y para aprender a dominar su don magico. En Hogwarts empiezan a notar que algo no va bien por eso junto a sus amigos Marcus MacMillian, Lara Hopps y Archie Milius iran en busca de Hanibal Knox.
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05/31/21
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El Vendedor de Varitas
Chapter 4
Aquellas palabras les tranquilizaron un poco. Asi las dos chicas se ddirigieron en busquedad de la tienda de varitas.
Al cabo de un rato Alexandra exclamo:- Mira Hannah es allí- con su dedo apuntaba a un local que ponia " Olivanders fabricantes de varitas desde 382 B.c."
- ¿ Entramos?- pregunto Hannah
-OK- le respondió su amiga.
En aquel instante un chico rubio de ojos castaños salio de la tienda y les regalo una sonrisa que las muchachas devolvieron. Después de eso entraron en el local. No habia nadie. Alexandra y Hannah observaron atentamente todo. La tienda estaba llena de de cajas que seguramente contenian varitas magicas.
-Hola.¿Señor Olivanders esta ahí?- se atrevio a preguntar Alexandra.
De una estantería del fondo salió un hombre mayor con canas, arrugas y ojos azules.
- Ya pensaba que tardaban mucho en venir señorita Berry y señorita Wolfe.- dijo Olivanders.
¿ Como sabe quíen somos, señor Olivanders? le preguntó Hannah.
- Eres exactamente como tu madre tienes exactamente los mismos ojos y el mismo cabello,- le respondió Olivanders- y tu eres laversión femenina de tu padre.- le dijo a Alexandra.
-Wow- dijeron las dos.
- Recuerdo como si fuese ayer el día que tu madre, Hannah vino a buscar su varita. Era una varita preciosa hecha de madera de Espino y nucleo de pluma de fénix, una gran varita para sanar a gente aunque tambien muy poderosa para las maldiciones. Por otra parte tu padre, Alexandra prefirió una varita de haya y nucleo de fibra de corazón de dragón. Una varita muy potente para mentes fuertes y trabajadoras. Aquí en Olivanders hemos vendido varitas de grandes magos como Harry Potter, Hermione Granger, Ron Weasley ect. pero tambien hemos vendido las varitas de magos tenebrosos como Voldemort o Haniball Knox.- Les conto Olivanders
-¿ Es decir que pdemos escoger nuestras varitas?- pregunto Alexandra
- Perdon por si me he expresado mal antes pero la regla numero uno de la varitologia o el arte de hacer varitas es: la varita escoge al mago- les aclaro el anciano. - ¿Vale por quien empezamos?- les preguntó.
- Por mi- dijo Alexandra con seguridad.
Olivanders le pregunto:-¿ con que mano coges la varita?-
Alexandra respondió que era zurda. A lo que Olivanders la dijo que pusiera su brazo como un ángulo recto. La chica obedeció y de repente de la estantería salió una cinta métrica que le empezó a medir el pie , el brazo ect.
Mientras tanto el señor Olivanders fue a buscar una caja y mientras le decía: - Una varita de madera de fresno y núcleo de cabello de unicornio, 27 cm y tres cuartos, inflexible. Una gran varita para la transfiguración y le es muy leal a su primer dueño.-
Alexandra sacudió la varita y los libros de una de las estanterías de cayeron. Mientras se excusaba el señor Olivanders y llegaba con otra varita.
- No es culpa tuya, es solo que aquella no era la varita para ti. Vamos a probar con esta: Madera de castaño y núcleo de pluma de Fénix, 26 cm, flexible una gran varita para los amantes de las criaturas mágicas aunque muy difícil de manejar.- dijo el señor.
Alexandra sacudió la varita pero no pasó nada. Aquella tampoco era su varita.
- No pasa nada- dijo Olivanders mientras iba a buscar otra varita.
- Quizás está.- dijo mientras llevaba una caja con una varita. - Madera de Cypres, núcleo de cabello de cola de unicornio, 28 cm, sorprendentemente flexible. Una gran varita para la gente noble y valiente. Todas las varitas de Cypres que he vendido les han correspondido a grandes magos que se han convertido en héroes. Junto con el cabello de cola de unicornio la hace una varita muy potente para defensa contra las artes oscuras y cuidado de criaturas mágicas.-
Al coger aquella varita Alexandra noto Carlos en sus manos y al agitarla salieron unas espurnas doradas. Aquella era su varita.
- ¡Perfecto! Ahora vamos a por ti Hannah.- dijo Olivanders mientras Alexandra le pagaba 7 galeones por la varita.
Hanna hizo lo mismo que Alexandra pero en vez que con el brazo izquierdo con el derecho. Otra vez salió la cinta métrica y le midió lo mismo que a Alexandra. A los pocos minutos salió Olivanders con una varita en su mano y mientras le daba a Hannah le dijo: - Está es una varita muy leal ya que está hecha de madera de Manzano y cabello de cola de unicornio, 25 cm, ligeramente flexible. Esta varita nunca se pasaría a las artes oscuras. Va muy bien para la gente que le interesa la herbologia.-
Al agitarla la varita salió disparada por los aires.
- No, no,no, esa no es tu varita. Veamos con esta: Está es una varita de madera de Álamo y núcleo de pluma de Fénix, 28 cm, inflexible. Una varita que trabaja muy bien con gente de una grran visión moral. También es muy fácil aprender hechizos con estas varitas.- les contó el.
Al agitarla los libros de la silla prendieron fuego. Lo que significaba que esa no era su varita. El señor Olivanders fue a buscar otra varita mientras tanto las dos chicas admiraban la varita de Alexandra. Al volver el señor Olivanders les dijo mientras sacaba la varita de la caja: - Está es una varita de madera de Avellano y un núcleo de fibra de corazón de dragón. Es una mezcla muy inusual. Esta varita le será leal a una persona mientras sea fuerte u es muy sensible ya que siente los sentimientos de su dueño. Es una gran varita para los encantamientos.-
Al agitar aquella varita salieron espurnas doradas y plateadas. Esa era la varita de Hannah.
Después de haber pagado las dos chicas se despidieron del señor Olivanders y salieron emocionadas de la tienda.