Pasaron varias semanas y Victoire seguía empeorando, el otro día, Dominique habló con ella y Victoire no la reconoció, los profesores se quejaban de que era muy mala alumna y, además, cada vez había más personas en la misma situación. Las chicas y Teddy trazaron un ingenioso plan, calculando hasta el más mínimo detalle. Dentro de poco, lo llevarían a cabo. Minny se estaba esforzando mucho para poder hacer su parte, Teddy la ayudaba a lograrlo, pero aún así, ella seguía nerviosa. Era una metamorfomaga inexperta, apenas sabía cómo mantener su pelo de otro color por más de cinco segundos, y ahora necesitaba transformar su cuerpo en el de otra persona al menos durante quince minutos.
Todas las tardes, después de clase, Minny y Ted se reunían, e intentaban que Minny se transformará en Audent, la directora. Teddy, tenía que compaginar las clases particulares de Minny, con sus exámenes. Dominique cuidaba de Victoire e intentaba que no hiciera ninguna locura. Mientras que Belén se encargaba de que el plan fuera según lo planeado.
Minny, por ahora, había conseguido que su cara se pareciera a la de Audent, pero no conseguía cambiar su cuerpo por completo, y cuando volvía a su forma original necesitaba, al menos, una hora para encontrarse bien. Y a ella le parecía que cuanto más lo intentaba, peor resultado obtenía.
_ Teddy, ¿cuánto tiempo te llevo transformarte por completo en otra persona? _ preguntó en una de las clases. Él la miró con la intención de mentirla, pero no lo hizo.
_ Tres meses _ dijo sin darle importancia a lo que acababa de decir.
_ ¡¿Tres meses?! _ exclamó Minny.
_ Yo tardé tres meses, pero algo dentro de mí me dice que tú eres diferente, que eres especial, no eres una más Minny, tú eres _ susurró _ una Potter, y deberías estar orgullosa de serlo _ dijo estando muy seguro de lo que decía.